1. Una casa desordenada. Dentro de unos años, mis hijos no se acordarán si la casa estaba impecable o no. Lo que sí recordarán es que estaba demasiado obsesionada con el piso como para jugar con ellos.
2. Amamantar. Mi bebé crecerá bien tomando leche especial y no tanta de mi leche y eso es todo lo que importa.
3. Mi hija NUNCA usa ropa que combine.
4. Recoger sus juguetes para que los tiren al suelo 10 minutos después. En vez de eso, sólo me sentaré y jugaré con ellos.
5. La hora de la comida.
6. ¡Las mañanas! Mientras todos sean alimentados, no importa realmente el tiempo que nos tome comer.
7. Mi hijo comienza a ir a la guardería en Enero. ¡Va a estar bien!
8. Si es que nuestras decisiones o reglas hacen que el resto de nuestra familia se moleste.
9. Entrenarlos para que dejen los pañales. ¿Qué importa si mi hijo llega con pañales a preescolar?
10. Las cosas que todavía no pasan.
11. Voy a dejar que mi hijo sea más independiente. Estoy harta de ser una de esas madres sobreprotectoras.
12. Dinero. Siempre siento que nos falta, pero la verdad es que no es tan así. Necesito aprender a relajarme y no preocuparme tanto.
13. Lo que los demás piensen de los modales de mi hijo.
14. Tiempo. Aprenderé a detenerme y no estar siempre apurada. Apreciaré el tiempo que paso con mi hija de 3 años incluso si nos toma una eternidad salir por la puerta.
15. Usar calcetines que son del mismo par.
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