Las mujeres tienden a rumiar más que los hombres, esto es, a pensar las cosas demasiado. A analizar en exceso nuestras experiencias o decisiones pasadas y esto, según los sicólogos puede ser perjudicial para la salud. Puede producir ansiedad y depresión, entre otras cosas.
La sicóloga Kelly Neff diagnostica que las personas rumiadoras generalmente se vuelven difíciles de tratar porque se sumen en sus propios pensamientos, y si querer se alejan de las personas que aman. Basada en su experiencia profesional y personal, esta Dra. recomienda los siguientes 8 consejos para dejar de pensar en exceso y encontrar paz en el presente.
1. Acepta que tienes un problema con pensar demasiado
El primer paso para sanar, es reconocer que tienes un problema. Si sientes que no puedes salirte de tu mente, y que el pensar demasiado te está impidiendo vivir una vida feliz, tomar decisiones, lograr cosas, y crear relaciones significativas, entonces tienes un problema. Si tu ansiedad sobre el futuro te está impidiendo disfrutar del presente, tienes un problema.
Enterrar tu cabeza en la arena o negar esta realidad solo va a empeorar la situación. Si no estás seguro de que tienes un problema, pídele a tus amigos o a la gente que te rodea que sea honesta contigo, ya que ellos son los que en general podrán ver el problema, aunque tú no puedas.
2. Perdónate a ti mismo
Nuestros cerebros están programados para pensar demasiado. Nuestros pensamientos y memorias están conectadas intrínsecamente, no separados, así que cuando hay algo que gatilla tu cerebreo, o te pones de mal humor, se puede activar una cascada de pensamientos negativos de un momento a otro.
Además, cuando algo malo ocurre, o alguien se siente negativo, tienden más a pensar en cosas negativas, y también a hacer conexiones (que podrían no existir) entre todos los eventos negativos que han pasado en sus vidas. Mientras más frecuentemente esto pase, es más probable que el individuo mantenga este patrón de pensar demasiado en el futuro.
A pesar de que el cerebro está programado para hacer estas asociaciones, una vez que eres consciente de estas, puedes comenzar a resolver el problema.
3. Respira más
Si nuestros cerebros están programados en esta ‘telaraña de pensamientos interconectados’ en donde un evento negativo puede gatillar un tsunami de pensamientos negativos por medio de asociaciones, ¿cómo podemos romper este patrón?
La primera cosa, y la más fácil que debes hacer es RESPIRAR. El respirar te ayudará a relajarte, a calmarte, a conectarte con el presente, y a bajar los pies a tierra. Suena muy simple, pero muchas veces cuando nuestras mentes comienzan a irse a los peores lugares, nos volvemos maniáticos e histéricos, cuando lo que más necesitamos es relajar nuestra mente y nuestros cuerpos.
Una buena técnica respiratoria involucra acostarse y inhalar profundamente por dos segundos, por la nariz, y luego exhalando por 4 segundos por la boca. Este patrón respiratorio incremente el CO2 en el flujo sanguíneo, lo cual puede relajar el cuerpo y calmar la respuesta del sistema adrenal frente a los pensamientos obsesivos. Haz esto por 10 minutos o hasta que el pensamiento excesivo se disipe.
4. Habla menos
Muchas mujeres no pueden evitar hablar cuando se sientes estresadas y preocupadas. A pesar de que hablar de nuestras preocupaciones a veces nos puede ayudar, en general hace que las cosas se pongan peores, especialmente si la persona con la que están hablando también piensa demasiado, y pasan todo el tiempo analizando y diseccionando cada detalle de cada problema de sus vidas. Pueden terminar construyendo una red de locura negativa, y sintiéndose a aún peor luego de la conversación.
Este tipo de co-rumiación, en donde dos ruminadores se juntar para pensar en exceso acerca de sus vidas, juntos, puede llevar a ambas partes a hundirse en la negatividad y el estrés.
Si realmente sientes la necesidad de expresar tus problemas, siempre puedes escribirlos, para poder quitarlos de tu cabeza, y darte cuenta de que tus preocupaciones pueden sonar ridículas cuando te las lees a ti misma.
5. Sé activa y comienza a trabajar
Puede ser muy beneficioso comenzar a hacer actividad física, ya sea salir a caminar, jugar con una mascota o un niño, hacer yoga, hacer deportes, nadar, o salir a correr.
Las actividades que te mantienen ocupada física y mentalmente son las mejores, por que requieren de la suficiente absorción para sacarte de tus patrones de pensamiento obsesivo, hacia un estado de flujo.
Además de actividad física, hacer actividades que estimulan el cerebro también pueden ser efectivas para redireccionar los patrones de pensamiento negativo. Jugar a las cartas, aprender un idioma, o jugar distintos tipos de juegos, pueden ser una gran distracción, e interrumpir estos pensamientos.
6. Practica el mindfulness (o atención plena)
Uno de los mayores problemas con los que luchan las personas que piensan demasiado es la incapacidad de vivir el presente. Lao Tzu dijo que “si estás deprimido estás viviendo en el pasado, si estás ansioso estás viviendo en el futuro, si estás en paz estás viviendo en el presente.” ¿Así que, como podemos vivir en paz en el presente?
Una de las mejores estrategias es el mindfulness o atención al momento presente. Una forma de meditación en donde te enfocas en este momento sin juicios. A medida que los pensamientos obsesivos y las preocupaciones vienen, los reconoces, y luego los dejas ir, soltándolos energéticamente, y limpiado tu espacio. Esta terapia se ha hecho muy popular muy rápidamente y existen muchos centros donde puedes aprender más de este método. Busca uno que te sirva a ti.
7. Ríndete
Cuando nos preocupamos, estamos esencialmente esperando controlar el flujo de la vida, porque estamos apegados al resultado de una situación. Queremos que las cosas pasen de cierta manera, y nos aterra que las cosas puedan salir mal, o que pasen cosas malas. En realidad, tenemos entre poco y cero control sobre el desenlace de eventos en la vida, por lo menos de manera consciente en que nuestra preocupación podría afectar el final de la forma en la que queremos. Así que, podemos preocuparnos y obsesionarnos, o podemos aceptar que todo es, y dejar ir nuestro apego a los resultados. El universo es mucho más viejo y sabio que nosotros, y en lugar de preocuparnos obsesivamente, podemos dejar ir nuestro control, y con amor y confianza, rendirnos al universo.
El someternos no significa rendirnos con nuestra situación; solo significa estar dispuestos a ir con el flujo, en lugar de tratar de nadar contra la corriente, y golpearnos contra las rocas repetidamente. Confía en que todo ocurre en el lugar y el tiempo apropiado, y que estás en el lugar exacto en el donde debes estar. No hay resultados buenos o malos, esta dualidad es una ilusión.
8. Recuerda que tus pensamientos crean tu propia realidad
Nuestros pensamientos atraen las situaciones que evocan. El amor atrae amor, y mientras más te preocupas de algo, más comenzarás a atraer a esa energía de la que te preocupas.
Debemos ser conscientes de nuestros pensamientos por que estos tienen poder, más de lo que nos damos cuenta. Si te obsesionas pensando que perderás tu trabajo, en realidad estás aumentando la probabilidad de que te despidan, no disminuyéndola. Lo mismo ocurre si te preocupa contraer una enfermedad o una condición médica mortal: mientras más energía envíes en esa dirección, es más probable que sin querer le estés dando permiso a tu cuerpo para manifestar esta condición.
Tus pensamientos y emociones crearán tu vida energéticamente. Si quieres crear una vida feliz, viviendo en paz en el presente tienes que ser consciente y estar presente en tus pensamientos. También tienes las herramientas para crear una vida de preocupación y negatividad, si sigues obsesionándote y pensando demasiado sobre eventos negativos. La opción es tuya, y amorosamente espero que tomes una decisión sabia. ¡Bendiciones y amor!
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